Nunca sabes
Sabor a chocolate y tabaco.
Sabor a nada y a vacío existencial de los de meterte en cama y enredarte las ideas y el pelo entre los dedos.
Sabor a nada y a vacío existencial de los de meterte en cama y enredarte las ideas y el pelo entre los dedos.
Ágiles y temblorosos, aunque firmes.
Firmes dudas y firmes noches de desvelo. Porque quieres dormir pero no puedes intentarlo siquiera.
Mañana será otro día, loco, quizás,
¿quién coño sabe qué pasará mañana?
¿quién coño sabe qué pasará mañana?
Me asusta, qué susto vivir.
Qué susto, de veras, qué asustada.
Y hablando de veras... de vera en vera transcurre la noche y las noches.
De vera a vera de la cama porque no hay nadie a la mía.
Qué valientes hay que ser para quitarse la vida, dicen....
De vera a vera de la cama porque no hay nadie a la mía.
Qué valientes hay que ser para quitarse la vida, dicen....
Yo digo que qué valientes hay que ser para seguir con ella, de verdad que sí.
No sabes nunca nada.
Da miedo.
No te sientes asustado por empezar a ser un infeliz mañana? No te sientes asustado por serlo ya, quizás? Tienes miedo? Te gusta tenerlo?
Qué pereza.
Me levanto en cinco o en quinientas horas?
Qué pereza.
Me levanto en cinco o en quinientas horas?
Quizás en siete, porque la verdad, tengo curiosidad por saber si viene la muerte a mi puerta a pedirme un poco de sal y a quedarse en casa.
Creo que mañana voy a comprar azúcar para reírme de ella si viene. Que tenga valor a quedarse si quiere.
Que me lleve si quiere.
Que me lleve si quiere.
Prometo reencarnarme en diosa inmortal y prometo burlar a la ciencia con un colgante del om en el cuello y una paz interior acojonante.
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