Lo re-repito

Hoy escribí algo en esa gran red social que todos utilizamos para leer cosas estúpidas y superfluas y que cuidado, podrían absorberte el coco antes de que te lo plantees siquiera. Facebook.

Realmente facebook me quema el cerebro ofreciéndole a mis ojos la lectura de tanta barrabasada.

Hago un inciso (que en realidad tiene que ver al cien por cien con todo esto) y comento que he pasado un fin de semana estupendo y que estoy muy feliz por ello.
Estoy feliz de vivir en un lugar tan bello, no lo niego, pero a veces me pregunto si realmente es tan bello como creo verlo en días que simplemente desbordan un optimismo exagerado y en los que me falta objetividad.


¿Donde está el sentido común? ¿Qué puede ser tan poderoso o poderosa como para anularnos como personas? ¿Cómo podemos ser tan hipócritas, tan cínicos, tan sumisos, tan estúpidos? ¿Quién decidió que la desigualdad entre seres humanos se rige en función de donde nacemos unos respecto a otros? ¿de verdad es una buena idea? ¿Quién decidió que el dinero puede más que las personas? ¿Qué o quién arrancó el corazón a tanta gente para que estén pasando las cosas que pasan?

      ¿QUIÉN PRETENDE ARRANCARNOS EL CEREBRO?

Dejarse tragar por esa espiral de basura es preocupantemente fácil.
Insisto, cada día insisto y cada día me siento más pesada (literal y metafóricamente hablando) pero la verdad es que me la trae al pairo si al menos puedo hacer pensar a una sola persona.
No es que yo piense de la mejor manera posible, pero pienso.


(Sólo pido eso, que piensen, porque veo que no las piensan.)





Mientras tanto seguiré compartiendo animaladas e intentando no ser tan cínica con el mundo. No puedo engañarme, yo sola no puedo cambiar tantas mentalidades... pero puedo poner mi granito de arena, igual que puedes ponerlo tú. Contigo, con tu familia, tus amigos, tus hijos, tus futuros hijos o los hijos de tus vecinos.
Hazlo; las cosas funcionan y florecen así, intentándolo por activa y por pasiva.

Que no consigan eso de arrancarte el cerebro de cuajo. No se lo permitas a nadie, y pon especial atención en aquellxs que no estudian para que el mundo fluya como debería fluir sino que estudian para aprender a mentirte justo cuando tu mundo se estanca.