...La bienvenida a mi propio universo; arrancamos.

No puedo creer que vuelva a estar aquí

Ahora mismo estoy frotándome los ojos, como si despertase de un sueño.


Perdón, es tanta la sorpresa que se me olvida saludarte: Hola! Hola de nuevo!

HOLA HOLA HOLA. AHHHHHHHHHH 

HOLA!!!!!

No sé qué decir...

E S T O Y         E M O C I O N A D A

Joder!!!

 

Lo juro, estoy realmente emocionada; cómo diablos he vuelto a aparecer por aquí?

Una tormenta de sensaciones se abalanza sobre mí. 



Pensé que nunca recuperaría el acceso a este blog, pero aquí estoy.

Accidentalmente me topé con el enlace directo a este rinconcito de viejas verdades y sentires. Resulta que hoy he entrado a Facebook después de muchísimo tiempo. Me preguntaba si tendría algún mensaje esperando a ser leído o alguna solicitud que hasta ahora no me había interesado toparme... me apreció que quizá fuese buen momento para subir alguna foto nueva después de aproximadamente un año sin compartir absolutamente nada.

Algo así como una lucecita que aparece y parpadea tímidamente. Un luz que hace mucho que no se deja ver alumbrar y que parece transmitir algo así como...

"Hola navegantes, no estoy muy segura de querer alguna respuesta pero, cómo les va?. Me ha crecido un montón el pelo y me lo estoy dejando natural. Todo bien, tengo buen aspecto y lo más importante: sigo viva. Aún después de una pandemia, quién me lo diría. Saludos. Cúidenseme."


Tras subir el par de fotos que me parecieron oportunas, 

(Hechas este pasado fin de semana por una de mis mejores amigas y grandísima fotógrafa, a la que por cierto, admiro con todo mi ser) 

decidí entrar en mis últimas fotos subidas, a ver qué reliquias me encontraba. Click tras click fui adentrándome en una retahíla de recuerdos visuales hasta llegar a una foto con una pequeña descripción que invitaba a visitar "N0 limits blog". 

Y magia. Ni siquiera he tenido que acceder con contraseña. Ha sido colocar la felcha sobre el enlace, presionar y sentirme como Alicia cuando se cae por el agujero rumbo a un nuevo mundo (aunque en este caso, he llegado a un mundo que ya había sido creado por mí misma).

Ahora mismo estoy dándome la bienvenida a mi propio universo interior.


"Adelante querida, te he echado de menos. Ponte cómoda y teclea..."


Que me encuentre en medio de la redacción de una nueva entrada podría llamarse casualidad, pero hay ideas que nunca cambian, así que evidentemente, para mí no es casualidad sino causalidad.

No puedo negar la felicidad que siento tecleando ahora mismo, así que, gracias; gracias a la vida y gracias a ese angelito que me acompaña siempre y que me hace escoger el camino adecuado que no es más que el que me late, el justo, el que merezco, el que recorre mi alma y mis venas con una fuerza descomunal y espera a ser manifestado en cuanto me siento preparada. 

Ya!

Ahora.

Estoy lista.

Por fin!

 Ahora.


Ahora,

ahora, 

siempre es ahora,

siempre es el momento,

nunca dejó de serlo.


Hace ya 4 o 5 años que fue la última vez que dejé mi huella en la última entrada publicada. Sólo recuerdo que de repente (eso es lo que recuerdo, sí, que fue repentino) sin saber siquiera cómo lo hice o por qué exactamente, desaparecí. Me fui para volver en mí. Para zambullirme en la realidad de ahí fuera y que tanto me había asustado.

Me fui para para emprender un viaje lleno de vivencias más variopintas incluso de lo que había calculado (supongo que la vida no puede calcularse, y quizás tampoco era momento de redactarse).

Vivencias que transité sin la necesidad de escribirlas. Quizás porque elegí un cambio radical. Sin medias tintas.

O directamente, sin tinta. Sin juicio, ni siquiera el mío propio.

Con la única constancia de reconocerme, de explorarme y de vivirme, sin dejar constancia de cómo ni de por qué.


Francamente, todo este tiempo ha sido estupendo en muchos sentidos. Creo que necesitaré muchas, muchísimas más entradas para reflexionar y compartir tan solo un cuarto de todo lo que me he topado (ahí fuera y aquí adentro) en el espacio entre esa última huella que dejé en este blog y el momento presente.

Por suerte tengo tiempo y sobre todo muchas ganas...

lo que sí puedo decir desde ya mismo es que  ahora vuelvo siendo la mujer que siempre reconocí en mí. 

La mujer que ama con firmeza. La mujer que escribe de nuevo porque es la única manera que entiende (y que así siempre entendió) justa para contar lo que bombea en su pecho. La que no tiene pelos en la lengua y la que no tiene ningún interés en cohibir su verdad aunque a veces se sienta nadando a contra corriente.

Es un placer saber que han cambiado muchas cosas pero que es esa misma esencia la que regresa, la que siempre fue conmigo porque siempre es y por tanto siempre soy.

Soy esa mujer que redactaba sin descanso, en el intento de reunir el valor para meter la primera marcha, y que según cogió velocidad, no se detuvo más. La que no miró atrás porque era demasiado arriesgado. 

Soy la mujer que aprendió a conducir algo más que un coche.

La que ahora conduce su vida sin temor. La que fue poquito a poco, de segunda a tercera, y de tercera a cuarta. La que ahora metió quinta y que frena en seco para recogerte y llevarte en su viaje.

Por supuesto que vuelvo a acelerar, pero tú te vienes conmigo!

Tanto si llegas por primera vez a este lugar, como si vuelves después de tantísimo tiempo.

Vengo a por ti, navegante.


Este archivo de emociones hasta ahora solito en un rincón del espacio virtual, queda oficialmente desempolvado. Un espacio que refleja la intensidad que siempre me atravesó sin reparo y que por algún motivo decidí compartir públicamente no puede morir en el olvido. Y menos en el mío.


No sabes todo lo que estoy deseando contarte...


Arrancamos!

 

Fotografías: Sara Álvarez

Comentarios

Entradas populares de este blog

Te espero en la cima.

Cuestas

Te quiero, pero me quiero.