Señor Presente

Muchas cosas me inspiran cada día,

 y tantas veces elijo hablar de ti, que estoy convencida de que tiene que ser por algo.



Tanto he aprendido de ti, tanto has adherido a mi piel, tanto has embutido en mi cabeza y tanto has ampliado en mi vida que ni me planteo ir por separado, aunque como siempre, elijo que vayamos por libre. Tanto, tanto quiero decirte, que ya no sé si debo enviarte más palabras que chapotean

*chap chap chap chap*. 

en el amor que me late entre las venas . 

Aún así, voy a escribirte.



Todos los días te hablo a cerca de las ganas que tengo de poder estar contigo sin fecha límite. Nosotros tenemos la misma concepción de los minutos y podemos hacer que exploten y se desvanezca en el aire el rastro de las agujitas con su tic tac chirriante.
Junto a ti he descubierto que vivimos con la constante presión de decidir qué hacer con nuestro tiempo, trabajando por conseguir un mañana que descuida totalmente nuestro Presente acompañante.

Entonces dije yo:
Encantada, Sr. Presente. Me consta que sólo con usted voy a tratar durante mi estancia en esta vida en concreto, y quisiera mimarle en la medida de lo posible si no le importase hacer un poco la vista gorda a mis torpezas cotidianas.
Me ha hecho usted despertar del sueño que aún no he vivido y quiero bailar con zapatos de flamenca sobre su serpenteante y tangible suelo.

Y con estas palabras tan serias, decidí quedarme contigo en la compañía de mi Sr Presente y de tu Sr. Presente. Decidí contar lo que nos ha pasado a ti y a mí un año después de cruzarnos y que nuestros Presentes se fijasen el uno en el otro.


Yo,
sólo contaba con las referencias que tu Sr Presente guardaba y emitía para mí; no tenía constancia de lo que había sido de ti en el pasado ni me imaginaba lo que estaba por llegar porque todo eso no jugaba un papel importante en la liga de mi Sr Presente, así que me permití fijarme en ti, en ese justo momento.
Pronto se presentaron ellos mismos y aunque coquetearon con alusiones a sucesos ajenos al Ahora, con ellos juntos hicimos que cada día fuese digno de contar, con la única condición de vivirlo y nada más.
Nos respiramos y no sé si fuimos conscientes o no, pero bailamos muchísimo, y seguro que al ritmo de temas alucinantes.
Creamos vida nueva en poco tiempo. Una vida en la que ambos pensamos que merece la pena instalarse y vivir. Una vida en la que sí tiene sentido dormir y en la que tiene sentido despertar.

Nada de eso ha cambiado para mí. Esa vida sigue en pie y sigo cosiendo probabilidades de vivirla mejor. Por ahora, tú ya sabes lo que quiero y tengo claro (aunque más importante es que lo sepa yo) y si algo podemos subrayar es que tu Sr Presente y el mío no quieren soltarse la mano.
Se gustaron, que le vamos a hacer. Se gustaron tanto como nos gustamos nosotros.
Sin remedio.
Se gustaron, cariño, qué coño le vamos a hacer. Nada es más sabio que juntar dos Ahora que encajan bien.

Se gustaron y nos gustamos, y
*chap, chap, chap*
estoy convencida de que tiene que ser por algo.










Comentarios

  1. Que bueno es leer cosas así, profundas y emocionales pero sin ningún compromiso con el lector ni recursos a lo fácil.
    Espero que sigas escribiendo.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Te espero en la cima.

Cuestas

Nací un lunes.