Tiempos difíciles.

Buenas, otra vez.

Buenas antes que malas, porque malas ya son las lenguas y prefiero un "buenas" a secas antes que un saludo envenenado.

No es tan difícil que hasta te saluden con complejo de tarántula y quieran destruir en un minuto  lo que tardaste meses en construir.
Por qué no hablar de ello si la herida aún sangra?  Vomítalo y pasará el dolor.

Pueden poner sobre tu nombre la cruz más pesada y explicar tus logros como simples coincidencias; "suerte para tontos" dirán. 

Da igual, tú sabes que el sudor es todo tuyo.

El caso es que siempre hay quien tiene tiempo para subrayar tus errores, aún siguiendo su frenética marcha. Con complejo de soldado y ego para dar y regalar, siguen al compás un camino ya trazado y embelesadxs por la misma melodía. Justifican desesperadamente todo lo que hacen y ocultan su insomnio comidos por la envidia. 

Intentarán quitarte el sueño cuando seas tú quién no les deje dormir. 

Qué importa? Ya sabes de qué va el juego; dicen que perdiste al escondite después de que todos desapareciesen, pero la experiencia me dice que ganaste. 

Encontraste un camino diferente y ahora tratas de seguir el hilo, como saltando a la pata coja y esquivando las canicas que te tiran.

Y entonces, recuerdas cada etapa de tu vida como si fuese una película interminable. No alcanzas a ver la imagen y la velocidad a la que es proyectada te quema y golpea como si rozase cada nervio de tu cuerpo.

En la vida real no todo es tan animado como los dibujos que te absorbían durante la merienda. 

Esto no es Disney Channel; aquí cuesta más cambiar de canal. 

Y qué? Esa es la gracia; dar un  salto y tocar el pico más alto. No importa que intenten poner una lona negra sobre el cielo si tienes ganas e impulso.
Entiendo que ahora te sientas desorientadx pero ahí donde tú ni siquiera sabes, tienes una brújula que te guía.

Es una recta interminable pero estás en el punto; estás a punto de cambiar de renglón y los paréntesis son cosa de humanos. 

Porque es un punto y (a) parte de otro más. 

Son puntos suspensivos que suspenden el miedo, que te dan la oportunidad de pensar para seguir luego; no importa que sean la metáfora más utilizada si siguen funcionando.

Son tiempos difíciles y la guerra no está solo entre balas de verdad. La guerra también está en quién la critica sin darse cuenta de que escupe balazos a conciencia.

Son tiempos difíciles y el daño lo haces tú con tus miradas de desprecio y tus prejuicios. La guerra la haces cada vez que juegas sucio y apedreas al que lucha por llegar lejos.

Olviden la absurda batalla, los saludos envenenados, las envidias, la mala energía, las generalizaciones, los reproches sin sentido, la obsesión, los desprecios.
La guerra no sólo está ahí fuera.

Hagan amor, paz interior y auto análisis.