Los sentimientos no son tabú.

Hoy por fin manifiesto que ya estoy harta de no saber ni lo que busco y de dudar hasta cuando creo que lo encuentro. A veces, incluso sentirme desorientada, perdida, desconcertada, cansada. 

Los nervios te mascan con violencia los sesos, se te agarrotan los músculos, se entrecorta la respiración, se te anuda el estómago, se te pierde una gotita triste por el ojo izquierdo y se seca sola porque no te apetece secar más.

Qué pereza.

Yo prometo que a veces me dan pereza hasta las ganas y llego al punto en el que sólo me trabaja el cerebro, (y ni siquiera en lo que debería).
No sé si la conciencia es la que se lleva el protagonismo, pero cuando maquina, hiere.

Y resulta que dejas notas mentales en tu cabeza... prometes escribirlas para no olvidarlas, porque no sólo se apunta lo bueno para recordarlo; lo malo se graba solito sin que tú se lo mandes.
Y oye, como para chula estás tú, eliges por decisión propia no olvidarlo (como si hubiese otra opción). Ahora llevas una chapita más colgada al cuello. Otra. Otra frase que no se borra ni quemándola.

Te preguntas en qué clase de atmósfera estás respirando, porque la verdad es que sientes que te contamina.
Buscas cosas que el resto no busca; conocer gente real, confiar en gente honesta, gente que hable sin soltar basura por la boca, que esboce una sonrisa, que no te desee más que un buen día y que te ofrezca humildad y respeto (humanidad le llaman) ; esperas ser tú misma en cualquier tema de conversación, sin miedo a miradas, a represalias, gestos feos, comentarios inapropiados, SIN MIEDO A LA SOLEDAD.
Porque quedarte sola es algo que realmente te asusta y te mantiene alerta; como si estuvieran a punto de robarte.

Y hablando de robar... justo en medio de este debate mental, este desastre, un cacao que ya no sabes ni por donde pillarlo... te roban el móvil. Algo material.
Y esa es la palabra; material... sería entonces materialista que el mundo se te venga abajo por eso.
Pero te das cuenta de que al parecer todo ese mundo que crees construir cada día se amontona detrás de una pantalla que de un segundo a otro se te puede romper sin más. Es raro, pero pasa sin avisar.

Vuelves a casa después de un día bastante insatisfactorio y piensas en la persona que eres y en la que te gustaría ser. Te frustras otra vez; piensas en lo mal que haces por decirle al mundo lo bien que te fluyen las cosas cuando en realidad basta un "pequeño" detalle para que sientas que las cosas no están arregladas; que aún hay goteras en el techo.
Humedad.

La verdad, firmemente espero no leer ningún comentario del tipo "qué te pasa?" o "ánimo!" porque ni me pasa algo fuera de lo común ni necesito ánimos ante una situación que no creo que haya nacido solamente para hacer acto de presencia en mi vida. Estoy totalmente segura de que la mayoría de personas que han mantenido la lectura hasta aquí es porque se sienten identificadas, por lo tanto, recalco que no me pasa nada ni tengo ideas de tirarme por un puente por días como estos, porque realmente tengo ganas de vivir como la que más.

Un simple desahogue que sin reparo hago en una red social pública, porque estoy harta de que los sentimientos sean un tabú y que sólo compartamos rostros de mentira.
Fotos, fotos y fotos. Selfies de mierda representando cómo la gente finge y presume de tenerlo todo y de ser feliz al 2000%.

Señoras,señores, yo soy humana, tengo sentimientos y esto es lo que siento tal día como hoy y esto era exactamente lo que quería expresar.

Gracias por la desinteresada lectura y por leerme una vez más.