Te espero en la cima.

Hoy vuelvo a teclear letras que se enamoran entre ellas y forman palabras. De inmediato derivan en frases y a veces yo misma las destruyo tan rápido como las creo. Soy tan perfeccionista que suele convertirse en un problema.

Es curioso cómo una persona puede ser tan extrema; la antítesis personificada. 
Mezclo el afán por conseguir que las cosas sean perfectas con la dejadez, la conformidad/comodidad de "ya lo cambiaré mañana" y no es la primera vez que hablo de mi "yo" blanco y de mi "yo" negro.

Jamás fui gris, o al menos conscientemente.

Lo cierto es que me encuentro con mi blanco-negro en este constante fluir. Intento filtrar y hacer de esponja; escurrir el chaparrón que ya se coló por más cabezas y que sigue buscando dónde quedarse. 
En mí desde luego que no.
Le tengo la puerta cerrada y llevo chaleco antibalas... y no será por lo que cuesta enderezar esas líneas que algún día te imponen. Te las trazan de mala manera sobre el pecho y nunca consigues guiarte por ellas. Yo nunca quise seguirlas, 

Valiente, orgullosa y al frente.

Me va apoyando la música en cada paso inseguro que se vuelve más rompedor cuando visualizo todas mis metas. Me conciencio de que soy capaz de conseguirlo. 
No hablo de cagar dinero. 
Quizás podría ser la persona más asquerosamente feliz del mundo en la casa más humilde.

En la infelicidad también se esconde el placer de los buenos momentos. Sin el uno no existe el otro. 

Puedo estar sola pero en el caso de que me acompañasen, necesito personas. No necesito monstruos disfrazados; mujeres y hombres bastardos, cínicos e hipócritas. 
No creo que lo más alto esté tan lejos. Sé que me tengo, y amor, esto es lo más bello que podría pasarme y de lo que soy consciente.
Me perdí pero supe encontrarme. Yo creo que acariciar el limbo no puede ser tan difícil, creo que ser consciente de ciertas cosas que rodean mi cerebro me hacen ser también candidata al éxito. 
Tú también puedes serlo. 
Me estás leyendo y has llegado hasta las últimas líneas. Tienes intereses, tienes paciencia, tienes curiosidad, tienes ganas de seguir leyendo. 

Te espero en la cima.








Os dejo una canción de un grupo que realmente me encanta y destaco una pequeña parte que dice algo así como:

"Sacude mi mano ahora, no puedo dejarlo ir... no importa lo que digas; cree en este lugar, tú lo tienes escrito."


Espero que os guste. 

Comentarios

  1. "En la infelicidad también se esconde el placer de los buenos momentos. Sin el uno no existe el otro".

    Esta reflexión es muy potente. ¡Sácale más jugo en otra entrada, por favor! Te leo.

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  2. No sabes lo feliz que me acaba de hacer leer tu comentario!
    En primer lugar, porque es el primero que recibo en este blog, lo cual me parece precioso, y en segundo lugar porque la magia de que te lea alguien por el simple placer de hacerlo, es INDESCRIPTIBLE. No sé si me he explicado del todo bien, pero a lo que me refiero es a lo que me encanta que te lean porque disfrutan con ello y no porque te estén haciendo un favor, dándote una visita a un blog que ni siquiera volverán a leer.

    Respecto a tu comentario, me alegro mucho de que te hayas quedado con esa frase porque la verdad creo que es de las cosas más inteligentes que he llegado a escribir. En la mayoría de mis entradas, y en mis escritos en general, hablo de todo lo que esa frase encierra, pero me pararé a escribir una entrada centrada únicamente en eso y que espero que leas con gusto.

    Un beso y muchísimas gracias por estar ahí!

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