Mis bragas son escándalo.

Hoy, mi madre se ha escandalizado por verme bajar en bragas a la cocina. Se ha escandalizado como tantas otras personas que a diario ven obscenidad donde sólo hay naturalidad.
Me pregunto, madre: ¿si no puedo estar en bragas en mi propia casa, qué será lo siguiente?
Dice que ya no tengo cinco años como para andar así por la casa; ¿acaso alguien me va a ver como un objeto sexual? No creo que mis propios padres me vean de esa manera; eso sí que sería un escándalo.

¿Qué ocurre? Explícame por qué es más natural que "el hombre de la casa" se levante después de comer y que ni siquiera lave su plato.
¿Es más natural que tengas que lavar tú la loza de todxs por el simple hecho de tener coño pero yo, no puedo pasearme en bragas por mi propia casa?

Asumo que después de llevarme en el vientre y estar conmigo todos estos años, tendrás plena confianza conmigo lo que me reste de vida; tú me has dado la mía.

¿Tan raro es entonces que me veas el culo?
Ni siquiera eso.
¿Tan raro es entonces que me veas el culo tapado?
¿Por qué tantos tabúes? ¿Es más inmoral mi vestimenta que el ambiente machista que se respira constantemente en lo que debería ser un hogar?

Para mí un verdadero hogar es aquel que te proporciona no sólo cobijo sino calma, seguridad y paz de forma implícita, y disculpa, pero no puedo sentirme cómoda en una casa en la que se dejan entrever constantes comportamientos patriarcales.
Hemos avanzado, ¿entendéis? O al menos eso intentamos miles de personas cada día, luchando por una sociedad en la que la equidad sea lo más importante, comprendiendo y aceptando nuestras diferencias.

En definitiva, má, hoy no entiendo el por qué de tu asombro ni el por qué del asombro de otras muchas personas que sin saberlo, colaboran a que la normalidad no sea más que una sociedad desigual e injusta y de verdad, espero que nunca te tomes mis palabras como un ataque sino como una lección, aunque tú tengas millones más que darme a mí.

Tener 40 años más que tus hijos, que tus vecinos, o que cualquier chaval de la calle no te hacen ser más sabio ni tener un mejor comportamiento. Nunca dejamos de aprender hasta el día de nuestra muerte y me gustaría que pequeños y adultos tuviesen la oportunidad de aprender mucho más a ser personas justas y con valores dignos de regalar a futuras generaciones.

Hoy, reclamo más educación y menos vetos, prohibiciones y prejuicios.

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